I Corintios 16, 1-24

En cuanto a la colecta en favor de los santos, habéis de actuar según las instrucciones que di a las Iglesias de Galacia. El primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte lo que buenamente haya podido ahorrar, de modo que no tengan que hacer las colectas precisamente cuando yo vaya. Y cuando llegue, enviaré a los que vosotros escojáis, con cartas de presentación, para llevar vuestro donativo a Jerusalén. Y si parece conveniente que vaya yo también, irán conmigo. Llegaré a vosotros después de pasar por Macedonia, pues paso por Macedonia; tal vez me detendré con vosotros, y hasta quizá pase el invierno, y así me encaminaréis vosotros a donde tenga que ir. Porque no quisiera haceros ahora una visita de paso; espero estar con vosotros una temporada, si el Señor lo permite. En Éfeso me quedaré hasta pentecostés; porque una puerta grande y eficaz se me ha abierto, pero los enemigos son muchos. Si llega Timoteo, procurad que se encuentre sin temor entre vosotros; pues realiza la misma obra del Señor que yo. Así pues, que nadie lo tenga en menos. Encaminadlo en paz, para que venga a mí, ya que lo estoy esperando con los hermanos. En cuanto al hermano Apolo, le rogué insistentemente que fuera a vosotros con los hermanos; pero no quería en absoluto ir por ahora; irá cuando se presente la ocasión. Estad alerta, permaneced en la fe, portaos varonilmente, sed fuertes. Todo lo vuestro hágase con amor. Os hago una recomendación, hermanos: sabéis que los de la casa de Estéfanas fueron las primicias de Acaya y que se consagraron al servicio de los fieles. Tened deferencia con ellos y con todo el que colabora y trabaja. Me alegra de la presencia de Estéfanas, de Fortunato y de Acaico, porque éstos han llenado vuestra ausencia, y así han tranquilizado mi espíritu y el vuestro. Estadles, pues, reconocidos. Os saludan las Iglesias de Asia. Muchos saludos en el Señor de parte de Aquila y de Prisca, y de la asamblea que se congrega en su casa. Os saludan todos los hermanos. Saludaos unos a otros con el ósculo santo. Mi saludo de puño y letra: Pablo. El que no ama al Señor, sea anathema. Marana tha. La gracia del Señor Jesús sea con vosotros. Mi amor con todos vosotros en Cristo Jesús.
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