Hechos 10, 39-43

Nosotros somos testigos de todas las cosas que hizo en la región de los judíos y en Jerusalén, al cual incluso mataron colgándolo de un madero. A éste, Dios lo resucitó al tercer día y le concedió hacerse públicamente visible, no a todo el pueblo, sino a los testigos señalados de antemano por Dios, a nosotros, que comimos y bebimos con él después de haber resucitado él de entre los muertos. Y nos ordenó predicar al pueblo y dar testimonio de que él es el constituido juez de vivos y muertos por Dios. Todos los profetas le dan testimonio de que por su nombre obtiene la remisión de los pecados todo el que cree en él.»
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