Hechos 2, 41-47

Los que aceptaron, pues, su palabra se bautizaron, y se agregaron aquel día como unas tres mil personas. Y se mantenían adheridos a la enseñanza de los apóstoles y a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones. El temor se apoderaba de todos, y eran muchos los prodigios y señales realizados por los apóstoles. Y todos los creyentes a una tenían todas las cosas en común, y vendían sus posesiones y sus bienes, y las repartían entre todos según las necesidades de cada cual. Diariamente perseveraban unánimes en el templo, partían el pan en las casas y tomaban juntos el alimento con alegría y sencillez de corazón; alababan a Dios y tenían el favor de todo el pueblo. Y el Señor agregaba día tras día a la comunidad los que iban a salvar.
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