Hechos 25, 8-12

mientras Pablo se defendía diciendo: «Ni contra la ley de los judíos, ni contra el templo, ni contra el César, he cometido falta alguna.» Pero Festo, queriendo congraciarse con los judíos, respondió a Pablo: «¿Quieres subir a Jerusalén para ser allí juzgado de todas estas cosas delante de mí?» Pablo dijo: «Estoy ante el tribunal del César y en él debo ser juzgado. En nada he ofendido a los judíos, como tú muy bien sabes. Si soy culpable y he cometido algo digno de muerte, no rehuyo morir; pero si nada hay de lo que éstos me acusan, nadie puede entregarme a ellos. Apelo al César.» Entonces Festo, después de cambiar impresiones con el consejo, respondió: «Has apelado al César, al César irás.»
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