Isaías 5, 1-20

Voy a cantar a mi amado la canción de mi amigo a su viña. Una viña tenía mi amado en una campiña muy pingüe. La cavó y despedregó, la plantó de cepa selecta. Construyó una torre en su centro, y aún excavó en ella un lagar. Esperaba que diera uvas, y produjo agraces. Ahora, habitantes de Jerusalén, hombres de Judá, juzgad, pues, entre mí y entre mi viña: ¿Qué hacer aún a mi viña que yo no hiciera en ella? ¿Por qué esperé que diera uvas y ha dado agraces? Ahora quiero exponeros lo que voy a hacer a mi viña: quitar su seto para que sirva de pasto; desportillar su tapia para que sirva de andada. Haré de ella un erial: no se podará ni escardará, crecerán cardos y abrojos; mandaré a las nubes que no lluevan sobre ella. La viña de Yahvéh Sebaot es la casa de Israel; y los hombres de Judá, el plantel de sus delicias. Esperaba imparcialidad y mirad: ¡complicidad! Esperaba justicia y mirad: ¡injusticia! ¡Ay de quienes juntan casa con casa y unen campo con campo hasta no dejar sitio y habitar ellos solos en medio del país! A mis oídos gritó Yahvéh Sebaot: Sí, muchas casas serán asoladas; grandes y hermosas, pero sin habitantes. Diez yugadas de viña darán sólo un bat; y un jómer de semilla dará sólo un efá. ¡Ay de quienes madrugan en busca de licores; y de quienes trasnochan hasta que el vino los enciende! Sólo hay cítaras y arpas, panderetas y flautas, y vino en sus banquetes; pero no miran la acción de Yahvéh, la obra de sus manos no la ven. Por eso mi pueblo va al destierro por falta de atención: sus nobles, muertos de hambre; su plebe, abrasada de sed. Por eso ensancha sus fauces el Seol, abre su boca sin medida: allí bajará su nobleza y su plebe, con su bullicio y sus regocijos. Abatido será el hombre, será humillado el mortal; los ojos altivos serán humillados. Pero Yahvéh Sebaot es ensalzado en el juicio; el Dios santo se muestra santo en la justicia. Corderos pacerán como en su pastizal, y cebados cabritos comerán en las ruinas. ¡Ay de quienes arrastran la culpa con cuerdas de falsedad, y el pecado como con sogas de carreta! Y dicen: ¡Que acelere, que apresure su obra para que la veamos; que se acerque y llegue el plan del Santo de Israel para que lo conozcamos! ¡Ay de quienes llaman a lo malo bueno y a lo bueno malo! De la oscuridad hacen luz y de la luz oscuridad; convierten lo amargo en dulce y lo dulce en amargo.
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