Jeremías  51, 60-64

Jeremías había escrito en un libro toda la desgracia que vendría sobre Babilonia, todas estas palabras que quedan escritas acerca de Babilonia. Jeremías dijo, pues, a Serayá: Cuando llegues a Babilonia, a ver si lees en voz alta todas estas palabras y dices: Yahvéh, tú mismo has dicho acerca de este lugar que lo ibas a destruir, de forma que no quedara en él habitante alguno, ni hombres ni animales, sino que sería una desolación eterna. Pues bien, cuando hayas terminado de leer este libro, le atarás una piedra y lo arrojarás al fondo del Eufrates, diciendo: Así se hundirá Babilonia, y no se levantará de la desgracia que voy a enviar sobre ella. Y se cansarán. Hasta aquí las palabras de Jeremías.
Ver contexto