Genesis 2, 21-24

Entonces Yahvéh -Dios hizo caer sobre el hombre un profundo sopor, y el hombre se durmió. Y le quitó una de sus costillas, y cerró nuevamente la carne en su lugar; y de la costilla que había quitado del hombre formó Yahvéh -Dios la mujer, y la presentó al hombre. El hombre exclamó: Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Se llamará varona, porque del varón ha sido tomada. Por eso, dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y vendrán a ser los dos una sola carne.
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