Marcos 11, 1-12

Y cuando van acercándose a Jerusalén, por Betfagé y Betania, junto al monte de los Olivos, envía a dos de sus discípulos, y les dice: «Id a esa aldea que está frente a vosotros y, apenas entréis en ella, encontraréis atado un pollino, en el cual no se ha montado todavía nadie; Desatadlo y traedlo. Y si alguien os dice: "¿Por qué hacéis eso?", responded: "El Señor lo necesita, pero en seguida lo devuelve otra vez aquí."» Ellos fueron y encontraron un pollino atado delante de una puerta, fuera, en la calle, y se ponen a desatarlo. Pero algunos de los que estaban allí les preguntaban: «¿Qué hacéis desatando el pollino?» Ellos les respondieron como Jesús se lo había indicado. y les dejaron hacerlo. Llevan, pues, el pollino ante Jesús, echan encima del pollino sus mantos, y Jesús se montó en él. Muchos extendieron sus mantos sobre el camino; otros, follaje que cortaban de los campos. Y los que iban delante, igual que los que iban detrás, gritaban: «¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino, que ya llega, de nuestro padre David! ¡Hosanna en las alturas!» Entró en Jerusalén, en el templo; y después de observarlo todo, como ya era tarde, salió para Betania con los doce. Al día siguiente, después que salieron de Betania, él sintió hambre.
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