Numeros  20, 2-13

No había allí agua para la comunidad, y se amotinaron contra Moisés y Aarón. El pueblo se querelló contra Moisés, diciéndole: ¡Ojalá hubiéramos muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante de Yahvéh! ¿Por qué habéis traído la asamblea de Yahvéh a este desierto, para morir aquí nosotros y nuestros ganados? ¿ Por qué nos sacasteis de Egipto, para traernos a este lugar siniestro, donde no se puede sembrar, ni hay higueras, ni viñas, ni granados, ni siquiera agua para beber? Moisés y Aarón se apartaron de la asamblea y se fueron a la entrada de la tienda de la reunión, cayeron rostro en tierra, y se les apareció la gloria de Yahvéh. Y habló Yahvéh a Moisés diciéndole: Toma la vara y reúne a la comunidad, tú y tu hermano Aarón, y en presencia de todos hablad a la roca, y ella dará sus aguas. Tú harás brotar para ellos agua de la roca y darás de beber a la comunidad y a su ganado. Moisés tomó la vara que estaba delante de Yahvéh, como éste se lo había ordenado. Moisés y Aarón reunieron la asamblea delante de la roca, y Moisés les dijo: ¡Oíd, rebeldes! ¿Podremos nosotros, acaso, hacer brotar agua de esta roca para vosotros? Y alzando Moisés la mano, golpeó la roca con la vara por dos veces. Y brotaron aguas en abundancia, y bebió la comunidad y sus ganados. Dijo entonces Yahvéh a Moisés y a Aarón: Porque no me habéis creído capaz de mostrar mi santidad a los ojos de los hijos de Israel, no introduciréis vosotros esta asamblea en la tierra que yo les he dado. Éstas son las aguas de Meribá, donde los hijos de Israel se querellaron contra Yahvéh, y donde él manifestó por ellas su santidad.
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