Lucas 9, 28-35

* Como ocho días después de estas palabras, sucedió que tomando a Pedro y a Juan y a Jacobo, subió al monte a orar. Y mientras oraba °, la apariencia de su rostro se volvió diferente, y su vestido, blanco resplandeciente. Y he aquí dos varones hablaban con Él, los cuales eran Moisés y Elías, quienes, habiendo aparecido en esplendor, hablaban ° de Su éxodo °, que estaba a punto de cumplir en Jerusalén. Y Pedro y los que estaban con él se hallaban cargados de sueño, pero habiéndose sacudido el sueño, vieron su gloria, y a los dos varones que estaban con Él. Y sucedió que al ser apartados ellos de Él, dijo Pedro a JESÚS: Maestro, bueno es quedarnos aquí; hagamos tres tabernáculos °, uno para Ti y otro para Moisés y otro para Elías (sin saber lo que decía). Y diciendo él estas cosas, se apareció una nube que los cubría con su sombra, y al entrar ellos en la nube, sintieron temor. Y de la nube surgió una voz que decía: ¡Este es mi Hijo, amado °: a Él oíd!
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