I Macabeos 11, 54-59

Después de estos acontecimientos, volvió Trifón y con él Antíoco, un muchacho muy joven todavía, que se proclamó rey y se ciñó la corona. Todas las tropas que Demetrio había licenciado se unieron a él y salieron a luchar contra Demetrio, lo derrotaron y le pusieron en fuga. Trifón se sirvió de los elefantes y se apoderó de Antioquía. El joven Antíoco escribió a Jonatán diciéndole: «Te confirmo en el cargo del sumo sacerdocio, te pongo al frente de los cuatro distritos y te mantengo entre los Amigos del rey». Le envió una vajilla de oro con todo el servicio de mesa, y le autorizó a beber en copas de oro, vestir púrpura y llevar broche de oro. A su hermano Simón lo nombró gobernador militar desde la Escala de Tiro hasta la frontera de Egipto.
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