II Corintios 6, 14-18

No os unzáis en yugo desigual con los infieles: ¿qué tienen en común la justicia y la maldad?, ¿qué relación hay entre la luz y las tinieblas?, ¿qué concordia puede haber entre Cristo y Beliar?, ¿qué pueden compartir el fiel y el infiel?, ¿qué acuerdo puede haber entre el templo de Dios y los ídolos? Pues nosotros somos templo del Dios vivo; así lo dijo él: Habitaré entre ellos y caminaré con ellos; seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Por eso, salid de en medio de ellos y apartaos, dice el Señor. No toquéis lo impuro, y yo os acogeré. Y seré para vosotros un padre, y vosotros seréis para mí hijos e hijas, dice el Señor omnipotente.
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