II Reyes  18, 14-16

Ezequías, rey de Judá, envió un mensaje a Senaquerib, que estaba en Laquis. El mensaje decía: «He faltado. Retírate y pagaré cuanto me impongas». El rey de Asiria impuso a Ezequías, rey de Judá, el tributo de trescientos talentos de plata y treinta de oro. Entregó Ezequías todo el dinero que se encontraba en el templo del Señor y en los tesoros del palacio real, y hasta desguarneció las puertas del santuario del Señor y los batientes que él mismo había revestido de oro para entregarlos al rey de Asiria.
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