Daniel  11, 2-20

Ahora te comunico la verdad: «Todavía habrá en Persia tres reyes. El cuarto obtendrá riquezas mayores que las de todos los demás y, cuando sea poderoso por su riqueza, volverá a todos contra el reino de Grecia. Entonces surgirá un rey fuerte que tendrá grandes dominios y actuará como le plazca. Pero apenas esté consolidado, su reino será desmembrado y pasará a otros distintos de aquellos». «El rey del Sur se hará fuerte, pero uno de sus generales se hará más fuerte que él y tendrá más dominios que él. Al cabo de los años harán una alianza y la hija del rey del Sur acudirá al rey del Norte para hacer las paces, pero ella perderá su poder, y su linaje no subsistirá; y será entregada con su séquito, su hijo y el que la protegía en ese momento. Pero se alzará un retoño de sus raíces en lugar de aquel, saldrá a luchar y penetrará en la fortaleza del rey del Norte, los atacará y los vencerá. Se llevará cautivos a Egipto a sus dioses, sus ídolos y los objetos preciosos de plata y oro, y por unos años se mantendrá alejado del rey del Norte». «Entrará en el reino del rey del Sur, pero se volverá a su territorio. Sus hijos declararán la guerra y reunirán ejércitos enormes. Invadirá, arrasará, volverá a atacar la fortaleza. El rey del Sur, exasperado, saldrá a luchar contra él, contra el rey del Norte, y pondrá en pie un gran ejército que caerá en manos de este. Este, después de haber derrotado al ejército, se engreirá en su corazón, hará morir a millares, pero no prevalecerá. El rey del Norte pondrá en pie otro ejército mayor que el primero y, al cabo de unos años, volverá con gran tropa y abundante avituallamiento. En aquellos tiempos muchos se alzarán contra el rey del Sur; se alzarán hijos violentos de tu pueblo, para que se cumpla la visión, pero fracasarán. Vendrá el rey del Norte, levantará un terraplén y conquistará la ciudad fortificada. Las tropas del rey del Sur no resistirán, ni siquiera los selectos del pueblo, pues no tendrán fuerza para resistir. Quien venga contra él, hará lo que él quiera, sin que nadie le resista. Se establecerá en la Tierra Hermosa y toda ella caerá en su poder. Proyectará someter todo su reino; hará pactos con él y le dará una hija como mujer para perderlo, pero no lo logrará ni tendrá éxito. Entonces se dirigirá hacia las islas y conquistará muchas, mas un príncipe pondrá fin a su afrenta y aun hará volver sobre él su oprobio. Entonces se dirigirá a las fortalezas de su territorio, pero fracasará, caerá y desaparecerá. Le sucederá el que ha de enviar a un exactor de la gloria del reino, pero en unos días será destrozado sin riñas ni guerras».
Ver contexto