Salmos 14, 1-7

salmo 14 (13) °

La necedad de quien niega a Dios

(1) Al Director. De David. Dice el necio para sí: «No hay Dios». | Se han corrompido cometiendo execraciones, | no hay quien obre bien. (2) El Señor observa desde el cielo | a los hijos de Adán, | para ver si hay alguno sensato | que busque a Dios. (3) Todos se extravían | igualmente obstinados, | no hay uno que obre bien, | ni uno solo. (4) Pero ¿no aprenderán los malhechores, | que devoran a mi pueblo como pan | y no invocan al Señor? (5) Pues temblarán de espanto, | porque Dios está con los justos. (6) Podéis burlaros de los planes del desvalido, | pero el Señor es su refugio. (7) ¡Ojalá venga desde Sión la salvación de Israel! | Cuando el Señor cambie la suerte de su pueblo, | se alegrará Jacob y gozará Israel.
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