Josué 24, 28-31

Finalmente, Josué despidió a todo el pueblo, y cada uno volvió a su herencia. Después de un tiempo, Josué, hijo de Nun, el servidor del Señor, murió a la edad de ciento diez años. Lo enterraron en el territorio que había recibido en herencia, en Timnat Séraj, en la montaña de Efraím, al norte del monte Gaás. Israel sirvió al Señor mientras vivió Josué, y durante toda la vida de los ancianos que le sobrevivieron y que habían experimentado las obras del señor en favor de Israel.
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