Levítico 6, 5-6

El fuego permanecerá siempre encendido sobre el altar y no deberá extinguirse. Todas las mañanas el sacerdote lo avivará con leña, dispondrá el holocausto sobre él, y hará arder las partes grasosas de los sacrificios de comunión. Un fuego perpetuo, que nunca deberá extinguirse, permanecerá encendido sobre el altar.
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