I Corintios 12, 3-11

por lo cual os hago saber que nadie, hablando en el Espíritu de Dios, puede decir “anatema sea Jesús,” y nadie puede decir “Jesús es el Señor,” sino en el Espíritu Santo. Hay diversidad de dones, pero uno mismo es el Espíritu. Hay diversidad de ministerios, pero uno mismo es el Señor. Hay diversidad de operaciones, pero uno mismo es Dios, que obra todas las cosas en todos. Y a cada uno se le otorga la manifestación del Espíritu para común utilidad. A uno le es dada por el Espíritu la palabra de sabiduría; a otro la palabra de ciencia, según el mismo Espíritu;" a otro fe en el mismo Espíritu; a otro don de curaciones en el mismo Espíritu;" a otro operaciones de milagros; a otro profecía, a otro discreción de espíritus, a otro géneros de lenguas, a otro interpretación de lenguas." Todas estas cosas las obra el único y mismo Espíritu, que distribuye a cada uno según quiere.
Ver contexto