II Samuel  5, 9-14

David estableció su residencia en la fortaleza, y la llamó la ciudad de David y edificó en derredor, desde el terraplén para adentro. David iba creciendo en poder cada vez más, y Yahvé, Dios Sebaot, estaba con él. Hiram, rey de Tiro, envió a David una embajada y maderas de cedro, carpinteros y canteros, que edificaron la casa de David. Conoció David que Yahvé le había confirmado rey de Israel y que realzaba su reino por amor de Israel, su pueblo. Tomó David más concubinas y mujeres en Jerusalén después de venir de Hebrón, y le nacieron hijos e hijas. He aquí los nombres de los que le nacieron en Jerusalén: Samúa, Sobab, Natán, Salomón,
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