Daniel  3, 37-39

Porque, Señor, hemos sido empequeñecidos más que todas las naciones y estamos hoy humillados en toda la tierra a causa de nuestros pecados. Al presente no tenemos príncipes, ni profetas, ni jefe, ni holocausto, ni sacrificio, ni ofrenda e incienso, ni lugar en qué ofrecer las primicias delante de ti y hallar misericordia. Pero con el alma contrita y el espíritu humillado hallemos acogida.
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