Deuteronomio  13, 4-9

Tras de Yahvé, vuestro Dios, habéis de ir; a El habéis de temer, guardar sus mandamientos, obedecer su voz, servirle y allegaros a El." Y ese profeta o soñador será condenado a muerte por haber aconsejado la rebelión contra Yahvé, vuestro Dios, que os sacó de Egipto y os libró de la casa de la servidumbre para apartaros del camino por donde Yahvé, tu Dios, te ha mandado ir. Así harás desaparecer la maldad de en medio de ti. Si tu hermano, hijo de tu madre, o tu hijo o tu hija, o la mujer que descansa en tu regazo, o tu amigo, aunque le quieras como a tu propia alma, te incitare en secreto, diciendo: “Vamos a servir a otros dioses — dioses que no conociste ni tú ni tus padres de entre los dioses de los pueblos que os rodean, cercanos o lejanos, del uno al otro cabo de la tierra —, no asientas ni le escuches, ni tenga tu ojo piedad de él, ni le tengas compasión ni le encubras;" denuncíale irremisiblemente y sea tu mano la primera que contra él se alce para matarle, siguiendo después las de todo el pueblo;"
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