Deuteronomio  19, 11-16

Pero si uno que odiara a su prójimo le acechare, se echare sobre él y le hiriere mortalmente, y huyera a una de esas ciudades, los ancianos de la ciudad le mandarán prender y le entregarán en manos del vengador de la sangre para que muera. No tendréis piedad de él; quitarás de Israel sangre inocente y prosperarás.” “No moverás los términos de tu prójimo de donde los pusieron los antepasados en la heredad de tu propiedad, en la tierra que Yahvé, tu Dios, va a darte en posesión. Un solo testigo no vale contra uno en cualquier delito o en cualquier pecado, cualquiera que sea el pecado. En la palabra de dos o tres testigos se apoyará la sentencia. Si surgiere contra uno un testigo malo, acusándole de un delito,
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