Deuteronomio  2, 8-17

Pasamos, pues, flanqueando a nuestros hermanos los hijos de Esaú, que habitan en Seír, camino del Araba a Elat y a Asiongaber, y, dando vuelta, avanzamos por el camino del desierto de Moab. Entonces me dijo Yahvé: “No hostiguéis a los moabitas y no trabéis lucha con ellos, pues no he de darte nada de su tierra en posesión; he dado a los hijos de Lot Ar en posesión." Antes habitaban allí los emitas, pueblo grande, numeroso, de alta talla, como los enaquitas;" también ellos, como los enaquitas, pasaban por re-faítas, pero los moabitas les daban el nombre de emitas. Por lo contrario, en Seír habitaban antes los jorritas; pero los hijos de Esaú los desposeyeron, y, exterminándolos, se establecieron en su tierra, como lo hace Israel en la tierra de su posesión que le dará Yahvé." Ahora, pues, levantaos y atravesad el Zared.” Y atravesamos el torrente Zared. El tiempo que duraron nuestras marchas desde Cades-barne al torrente Zared fue de treinta y ocho años, hasta que hubo desaparecido toda la generación de hombres de guerra de en medio del campamento, como Yahvé se lo había jurado. La mano de Yahvé pesó sobre ellos en el campamento hasta hacerlos desaparecer a todos. Cuando la muerte hubo hecho desaparecer de en medio del pueblo a todos aquellos hombres de guerra, me habló Yahvé, diciendo:
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