Deuteronomio  22, 23-28

Si una joven virgen se desposó a un hombre y, encontrándola en tanto otro en la ciudad, yace con ella, los llevaréis a los dos a la puerta de la ciudad y los lapidaréis hasta matarlos; a la joven, por no haber gritado en la ciudad; al hombre, por haber deshonrado a la mujer de su prójimo." Pero, si fue en el campo donde el hombre encontró a la joven desposada y, haciéndola violencia, yació con ella, será sólo el hombre el que muera. A ella nada le harás; no hay en ella reato de muerte, porque es como si un hombre se arroja sobre otro y le mata; el caso es igual." Sorprendida en el campo, la joven gritó, pero no había nadie que la socorriese. Si un hombre encuentra una joven virgen, no desposada, la toma y yace con ella y fueren sorprendidos,
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