Exodo  29, 38-42

“He aquí lo que sobre el altar ofrecerás: dos corderos primales cada día perpetuamente, uno por la mañana, el otro entre dos luces;" con el primero ofrecerás un décimo de flor de harina amasado con un cuarto de “hin” de aceite de oliva machacada y una libación de un cuarto de “hin” de vino. El segundo cordero lo ofrecerás entre dos luces, con una ofrenda y una libación iguales a las de la mañana, en olor de suavidad;" es sacrificio por el fuego a Yahvé, holocausto perpetuo en vuestras generaciones, a la entrada del tabernáculo de la reunión, ante Yahvé, allí donde me haré presente para hablarte.
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