Genesis 14, 18-22

y Melquisedec, rey de Salem, sacando pan y vino, como era sacerdote del Altísimo, bendijo a Abram, diciendo: “Bendito Abram del Dios Altísimo, el dueño de los cielos y la tierra. Y bendito el Dios Altísimo, que ha puesto a tus enemigos en tus manos.” Y le dio a Abram el diezmo de todo. Dijo el rey de Sodoma a Abram: “Dame las personas; la hacienda tómala para ti;” pero Abram dijo al rey de Sodoma: “Alzo mi mano a Yahvé, el Dios Altísimo, el dueño de cielos y tierra,
Ver contexto