Hebreos 3, 7-13

Por lo cual, según dice el Espíritu Santo: “Si oyereis su voz hoy, no endurezcáis vuestros corazones como en la rebelión, como el día de la tentación en el desierto, donde vuestros padres me tentaron y me pusieron a prueba, y vieron mis obras durante cuarenta años; por lo cual me irrité contra esta generación, y dije: Andan siempre extraviados en su corazón y no conocen mis caminos," y así juré en mi cólera que no entrarían en mi descanso.” Mirad, hermanos, que no haya entre vosotros un corazón malo e incrédulo, que se aparte del Dios vivo;" antes exhortaos mutuamente cada día, mientras perdura el “hoy,” a fin de que ninguno de vosotros se endurezca con el engaño del pecado”
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