Hechos 7, 56-59

y dijo: Estoy viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre en pie, a la diestra de Dios. Ellos, gritando a grandes voces, tapáronse los oídos y se arrojaron a una sobre él. Sacándole fuera de la ciudad le apedreaban. Los testigos depositaron sus mantos a los pies de un joven llamado Saulo;" y mientras le apedreaban, Esteban oraba, diciendo: Señor Jesús, recibe mi espíritu.
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