Hechos 9, 13-19

Y contestó Ananías: Señor, he oído a muchos de este hombre cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén, y que viene aquí con poder de los príncipes de los sacerdotes para prender a cuantos invocan tu nombre. Pero el Señor le dijo: Ve, porque es éste para mí vaso de elección, para que lleve mi nombre ante las naciones y los reyes y los hijos de Israel. Yo le mostraré cuánto habrá de padecer por mi nombre. Fue Ananías y entró en la casa, e imponiéndole las manos, le dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino que traías, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo. Al punto se le cayeron de los ojos unas como escamas, y recobró la vista y levantándose fue bautizado; después tomó alimento y se repuso." Pasó algunos días con los discípulos de Damasco,
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