Josué 11, 1-13

Al tener noticia de estos sucesos Jabín, rey de Jasor, mandó una embajada a Jobab, rey de Madón; al rey de Simerón, al rey de Acsaf," y a los reyes que estaban al norte de la montaña, y en el Araba, al sur de Queneret, en la llanura, y en las alturas de Dor, al occidente, y a los cananeos de oriente y de occidente, a los amorreos, a los jéteos, a los fereceos, a los jebuseos de la montaña y a los jeveos del pie del Hermón, en el territorio de Masfa. Salieron con ellos todos sus ejércitos, gente Innumerable, como las arenas que hay a las orillas del mar, con una gran muchedumbre de caballos y carros. Reuniéronse todos y vinieron a acampar concentrados junto a las aguas de Merom para combatir a Israel. Yahvé dijo a Josué: “No los temas, porque mañana, a esta misma hora, yo te los daré traspasados delante de Israel: desjarretarás sus caballos y quemarás sus carros.” Josué y todos los hombres de guerra llegaron de improviso cerca de las aguas de Merom y se precipitaron sobre ellos. Yahvé los dio enteramente en manos de Israel, que los batió y persiguió hasta Sidón la grande, hasta las aguas de Misrefot y hasta el valle de Masfa, a oriente. Los batió sin dejar escapar uno solo. Josué los trató como Yahvé se lo había dicho; solto sus caballos y dio al fuego sus carros." Entonces se volvió Josué y tomó y pasó a su rey al filo de la espada. Jasor era antes la capital de todos estos reinos. Pasaron a filo de la espada a todos los vivientes que en ella se hallaban, dándolos todos al anatema; nada quedó de cuanto vivía, y Jasor fue dado a las llamas," -- Josué tomó todas las ciudades de estos reyes, y tomo a todos sus reyes y los pasó a filo de la espada, dándolos al anatema, como se lo había mandado Moisés, siervo de Yahvé. Israel no quemó ninguna de las ciudades de la montaña, fuera de Jasor, que incendió Josué.
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