Josué 13, 8-18

Con la otra mitad, los rubenitas y gaditas recibieron ya su heredad, que les dio Moisés al otro lado del Jordán, a oriente, como se la distribuyó Moisés, siervo de Yahvé: desde Aroer, a orillas del torrante del Arnón, y desde la ciudad que está en medio del valle, toda la llanura de Madaba hasta Dibón;" todas las ciudades de Seón, rey de los amorreos” que reinaba en Hesebón, hasta la frontera de los hijos de Am-món;" Galaad, el territorio de Gesur y de Macat, toda la montaña de Hermón y todo el Basan, hasta Saleca;" todo el reino de Og, en Basan, que remaba en Astarot, y en Edraí, y eran los últimos restos de los refaím. Moisés batió a estos reyes y los desposeyó;" pero los hijos de Israel no desposeyeron a los guesuritas y a los macatitas, y Gesur y Macat habitan en medio de ellos hasta hoy. La tribu de Levi fue la sola a que Moisés no dio heredad, porque las combustiones de Yahvé, Dios de Israel, son su heredad, como él se lo dijo. Moisés había dado a los hijos de la tribu de Rubén una parte según las familias. Tuvieron por territorio, a partir de Aroer, a orillas del torrente del Arnón y de la ciudad situada en medio del valle, toda la llanura hasta Madaba;" Hesebón y todas las ciudades del llano, Dibón, Bamot Baal, Bet Baal, Maón, Jahsa, Quedamot, Mefat,
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