Levítico 21, 1-4

Yahvé dijo a Moisés: “Habla a los sacerdotes hijos de Aarón y diles que ninguno se contamine por un muerto de los de su pueblo, a no ser por próximo consanguíneo, por su madre, por su padre, por su hijo, por su hija, por su hermano, por su hermana virgen que viva con él y no se hubiere casado; por ésa puede contaminarse." Pero no por sus otros parientes, profanándose1.
Ver contexto