Lucas 18, 39-43

Los que iban en cabeza le reprendían para que callase, pero él gritaba cada vez más fuerte: Hijo de David, ten piedad de mí. Deteniéndose Jesús, mandó que se lo llevasen, y cuando se le hubo acercado, le preguntó: ¿Qué quieres que te haga? Dijo él : Señor, que vea. Jesús le dijo: Ve, tu fe te ha salvado, y al instante recobró la vista, y le seguía glorificando a Dios. Todo el pueblo que esto vio, daba gloria a Dios.
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