Marcos 6, 30-46

Volvieron los apóstoles a reunirse con Jesús y le contaron cuanto habían hecho y enseñado. El les dijo: Venid, retirémonos a un lugar desierto para que descanséis un poco, pues eran muchos los que iban y venían y ni espacio les dejaban para comer. Fuéronse en la barca a un sitio desierto y apartado. Pero les vieron ir, y muchos supieron dónde iban, y, a pie, de todas las ciudades concurrieron a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar vio una gran muchedumbre, y se compadeció de ellos, porque eran como ovejas sin pastor, y se puso a enseñarles largamente. Siendo ya hora avanzada, se le acercaron los discípulos y le dijeron: El sitio es desierto y avanzada la hora;" despídelos para que vayan a las alquerías y aldeas del contorno y se compren algo que comer. El, respondiendo, les dijo: Dadles vosotros de comer. Y le dijeron: ¿Vamos nosotros a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer? El les contestó: ¿Cuántos panes tenéis? Id a ver. Habiéndose informado, le dijeron: Cinco y dos peces. Les mandó que les hicieran recostarse por grupos sobre la hierba verde. Se recostaron por grupos de ciento y de cincuenta. El, tomando los cinco panes y los dos peces, alzando los ojos al cielo, bendijo y partió los panes y se los entregó a los discípulos para que se los sirvieran, y los dos peces los repartió entre todos. Comieron todos y se hartaron, y recogieron doce canastos llenos de las sobras de los panes y de los peces. Los que comieron de los panes eran cinco mil hombres. En seguida mandó a sus discípulos subir a la barca y precederle al otro lado frente a Betsaida, mientras El despedía a la muchedumbre. Después de haberlos despedido, se fue a un monte a orar.
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