Mateo 10, 22-39

Seréis aborrecidos de todos por mi nombre; el que persevere hasta el fin, ése será salvo." Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra; y si en ésta os persiguen, huid a una tercera. En verdad os digo que no acabaréis las ciudades de Israel antes de que venga el Hijo del hombre." No está el discípulo sobre el maestro, ni el siervo sobre su amo;" bástale al discípulo ser como su maestro y al siervo como su señor. Si al amo le llamaron Beelcebul, ¡cuánto más a sus domésticos! No los temáis, pues, porque nada hay oculto que no llegue a descubrirse, ni secreto que no venga a conocerse. Lo que yo os digo en la oscuridad, decidlo a la luz, y lo que os digo al oído, predicadlo sobre los terrados. No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, que el alma no pueden matarla; temed más bien a aquel que puede perder el alma y el cuerpo en la Gehenna." ¿No se venden dos pajaritos por un as? Sin embargo, ni uno de ellos cae a tierra sin la voluntad de vuestro Padre. Cuanto a vosotros, aun los cabellos todos de vuestra cabeza están contados. No temáis, pues. ¿No aventajáis vosotros a los pajaritos? Pues todo el que me confesare delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre, que está en los cielos;" pero a todo el que me negare delante de los hombres, yo le negaré también delante de mi Padre, que está en los cielos. No penséis que he venido a poner paz en la tierra; no vine a poner paz, sino espada." Porque he venido a separar al hombre de su padre, y a la hija de su madre, y a la nuera de su suegra, y los enemigos de los hombres serán los de su casa. El que ama al padre o a la madre más que a mí, no es digno de mí;" y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. El que halla su vida, la perderá, y el que la perdiere por amor de mí, la hallará.
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