Mateo 13, 42-50

y los arrojarán en el horno del fuego, donde habrá llanto y crujir de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga. Es semejante el Reino de los cielos a un tesoro escondido en un campo, que quien lo encuentra lo oculta y, lleno de alegría, va, vende cuanto tiene y compra aquel campo. Es también semejante el Reino de los cielos a un mercader que busca perlas preciosas, y, hallando una de gran precio, va, vende todo cuanto tiene y la compra. Es también semejante el Reino de los cielos a una red barredera, que se echa en el mar y recoge peces de toda suerte, y, llena, la sacan sobre la playa, y, sentándose, recogen los peces buenos en canastos, y los malos los tiran. Así será a la consumación del siglo: saldrán los ángeles y separarán a los malos de los justos, y los arrojarán al horno de fuego; allí habrá llanto y crujir de dientes."
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