Genesis 2, 12-25

un oro muy fino, y a más también bedelio y ágata; y el segundo se llama Guijón, y es el que rodea toda la tierra de Cus;" el tercero se llama Tigris, y corre al oriente de Asiria; el cuarto es el Eufrates." Tomó, pues, Yahvé Elohim al hombre y le puso en el jardín de Edén para que lo cultivase y guardase, y le dio este mandato: “De todos los árboles del paraíso puedes comer, pero del árbol de la ciencia del bien y del mal no comas, porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.” Y se dijo Yahvé Elohim: “No es bueno que el hombre esté solo; voy a hacerle una ayuda semejante a él.” Y Yahvé Elohim trajo ante Adán todos cuantos animales del campa y cuantas aves del cielo formó de la tierra, para que viese cómo los llamaría, y fuese el nombre de todos los vivientes el que él les diera. Y dio Adán nombre a todos los ganados, y a todas las aves del cielo, y a todas las bestias del campo; pero entre todos ellos no había paía Adán ayuda, semejante a él." Hizo, pues, Yahvé Elohim caer sobre Adán un profundó sopor, y, dormido, tomó una de sus costillas, cerrando en su lugar la carne, y de la costilla que de Adán tomara, formó Yahvé Dios a la mujer y se la presentó a Adán. Adán exclamó: “Esto sí que es ya hueso de mis huesos y carne de mi carne.” Esto se llamará varona, porque del varón ha sido tomada. Dejará el hombre a su padre y a su madre y se adherirá a su mujer, y vendrán a ser los dos una sola carne.” Estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, sin avergonzarse de ello.
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