Romanos  8, 2-5

porque la ley del espíritu de vida en Cristo Jesús me libró de la ley del pecado y de la muerte. Pues lo que a la Ley era imposible, por ser débil a causa de la carne, Dios, enviando a su propio Hijo en carne semejante a la del pecado, y por el pecado, condenó al pecado en la carne, para que la justicia de la Ley se cumpliese en nosotros, los que no andamos según la carne, sino según el espíritu. Los que son según la carne, tienden a las cosas carnales; los que son según el espíritu, a las cosas espirituales."
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