Salmos 123, 1-3

Cántico gradual. A ti alzo yo mis ojos, a ti que habitas en los cielos. Como (están atentos) los ojos del siervo a las manos de su señor, como los ojos de la esclava a la mano de su señora, así (se alzan) nuestros ojos a Yahvé, nuestro Dios, para que se compadezca de nosotros. Senos propicio, Yahvé; senos propicio, porque estamos del todo hartos de menosprecios."
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