El Santo Rosario (EWTN)

Misterios de Luz

«Pasando de la infancia y de la vida de Nazaret a la vida pública de Jesús, la contemplación nos lleva a los misterios que se pueden llamar de manera especial 'misterios de luz'. En realidad, todo el misterio de Cristo es luz.  Él es  'la luz  del mundo'.» (Jn 8, 12)  (Rosarium Virignis Mariae, Juan Pablo II, Cap. II, 21)

Señal de la Cruz

Algunos por costumbre comienzan el rezo con:
+Por la señal de la Santa Cruz, + de nuestros enemigos + líbranos Señor, Dios nuestro. + En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Otros comienzan simplemente con: 
+En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Credo

Creo en Dios Padre, Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Y en Jesucristo su único Hijo, Nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo; y nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato; fué crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Esprítu Santo, en la Santa Iglesia Católica; la comunión de los santos; el perdón de los pecados; la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

Confíteor

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser vos quien sois, bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén.

Primer misterio

El Bautismo de Jesús en el Jordán

 « Bautizado Jesús, salió luego del agua; y en esto se abrieron
los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba en forma de 
paloma y venía sobre él. Y una voz que salía de los cielos
decía: 'Este es mi Hijo amado, en quien me complazco'. » 

(Mt 3, 16-17)


Meditación

« Misterio de luz es ante todo el Bautismo en el Jordán. En él, mientras Cristo, como inocente que se hace 'pecado' por nosotros entra en el agua del río, el cielo se abre y la voz del Padre lo proclama Hijo predilecto y el Espíritu desciende sobre Él para investirlo de la misión que le espera. » *

 


(Rosarium Virignis Mariae, Juan Pablo II, Cap. II, 21)

Pater Noster

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación, y líbranos del mal. Amén.

Ave María (... x 10)

Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


Por costumbre, se usa una de las tres siguientes:

María, Madre de gracia, Madre de misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos gran Señora. Amén.

¯¯¯

María, Madre de gracia, Madre de misericordia, defíéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

¯¯¯

¡Oh! Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia. Amén.

Segundo misterio

La Autorrevelación de Jesús en las bodas de Caná

 « Como faltara vino, porque se había acabado el vino de la boda, 
le dice a Jesús su madre: 'No tienen vino.' Jesús le responde: '¿Qué  tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora.' Dice su madre a los sirvientes: 'Haced lo que él os diga'. »
(Jn 2, 3-5)


Meditación

« Misterio de luz es el comienzo de los signos en Caná de Galilea, durante la celebración del matrimonio, cuando Cristo, transformando el agua en vino, abre el corazón de los discípulos a la fe gracias a la intervención de María, la primera creyente. » *

   
(Rosarium Virignis Mariae, Juan Pablo II, Cap. II, 21)

Pater Noster

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación, y líbranos del mal. Amén.

Ave María (... x 10)

Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


Por costumbre, se usa una de las tres siguientes:

María, Madre de gracia, Madre de misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos gran Señora. Amén.

¯¯¯

María, Madre de gracia, Madre de misericordia, defíéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

¯¯¯

¡Oh! Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia. Amén.

Tercer misterio

El Anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión

« El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos  y creed en la Buena Nueva. » 
(Mc 1, 15)


Meditación

« Misterio de luz es la predicación con la cual Jesús anuncia la llegada del Reino de Dios e invita a la conversión perdonando los pecados de quien se acerca a Él con humilde fe. De esa manera inicia su ministerio de misericordia, el mismo que continúa especialmente a través del sacramento de la Reconciliación confiado a la Iglesia. » *

   
(Rosarium Virignis Mariae, Juan Pablo II, Cap. II, 21)

Pater Noster

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación, y líbranos del mal. Amén.

Ave María (... x 10)

Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


Por costumbre, se usa una de las tres siguientes:

María, Madre de gracia, Madre de misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos gran Señora. Amén.

¯¯¯

María, Madre de gracia, Madre de misericordia, defíéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

¯¯¯

¡Oh! Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia. Amén.

Cuarto misterio

La Transfiguración de Jesús

« Y vino una voz desde la nube, que decía: 
   ‘Este es mi Hijo, mi Elegido; escuchadle’. »   

(Lc 9, 35)

 

« La gloria de la Divinidad resplandece en el rostro de Cristo, mientras el Padre lo acredita ante los apóstoles extasiados para que lo 'escuchen'  y se dispongan a vivir con Él el momento doloroso de la Pasión, a fin de llegar con Él a la alegría de la Resurrección y a una vida transfigurada por el Espíritu Santo. » *

   
(Rosarium Virignis Mariae, Juan Pablo II, Cap. II, 21)

Pater Noster

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación, y líbranos del mal. Amén.

Ave María (... x 10)

Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


Por costumbre, se usa una de las tres siguientes:

María, Madre de gracia, Madre de misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos gran Señora. Amén.

¯¯¯

María, Madre de gracia, Madre de misericordia, defíéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

¯¯¯

¡Oh! Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia. Amén.

Quinto misterio

La Institución de la Eucaristía

« Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que 
había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, 
habiendo amado  a los suyos que estaban en el mundo, 
los amó hasta el extremo. »
  (Jn 13, 1)


Meditación

« Misterio de luz es, por fin, la institución de la Eucaristía, en la cual Cristo se hace alimento con su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino, dando testimonio de su amor por la humanidad «hasta el extremo» y por cuya salvación se ofrecerá en sacrificio. » *

   
(Rosarium Virignis Mariae, Juan Pablo II, Cap. II, 21)

Pater Noster

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación, y líbranos del mal. Amén.

Ave María (... x 10)

Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Gloria

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.


Por costumbre, se usa una de las tres siguientes:

María, Madre de gracia, Madre de misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos gran Señora. Amén.

¯¯¯

María, Madre de gracia, Madre de misericordia, defíéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

¯¯¯

¡Oh! Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia. Amén.

Oratiónes ad fínem Rosárii dicéndæ

Dios te salve, María, Hija de Dios Padre, llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Dios te salve, María, Madre de Dios Hijo, llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Dios te salve, María, Esposa de Dios Espíritu Santo, llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María!

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Litaníæ

Por costumbre, y luego de finalizar el rezo de todos los misterios  del Santo Rosario.

  V. Señor, ten misericordia de nosotros.
         

R.  Señor, ten misericordia de nosotros.


  V. Señor, ten misericordia de nosotros.
         

R.  Señor, ten misericordia de nosotros.


  V. Señor, ten misericordia de nosotros.
        

R.  Señor, ten misericordia de nosotros.


  V. Cristo, óyenos.
           R.  Cristo, óyenos.
  V. Cristo, escúchanos.
           R.  Cristo, escúchanos.
  V. Dios, Padre Celestial.
           R.  Ten piedad y misericordia de nosotros.
  V. Dios Hijo, Redentor del mundo..
           R.  Ten piedad y misericordia de nosotros.
  V. Dios Hijo, Redentor del mundo.
           R.  Ten misericordia de nosotros.
  V. Dios Espíritu Santo.
           R.  Ten misericordia de nosotros.
  V. Trinidad Santa, un solo Dios.
           R.  Ten misericordia de nosotros.


     V.  Santa María.   R.  Ruega por nosotros.
     V.  Santa Madre de Dios.   R.  Ruega por nosotros.
     V. Santa Virgen de las vírgenes.   R.  Ruega por nosotros.
     V. Madre de Cristo.    R.  Ruega por nosotros.
     V. Madre de la Iglesia.    R.  Ruega por nosotros.
     V. Madre de la divina gracia.    R.  Ruega por nosotros.
     V. Madre purísima.    R.  Ruega por nosotros.
     V. Madre castísima.     R.  Ruega por nosotros.
     V. Madre virginal.    R.  Ruega por nosotros.
     V. Madre sin mancha.    R.  Ruega por nosotros. 
     V. Madre inmaculada.    R.  Ruega por nosotros. 
     V. Madre amable.     R.  Ruega por nosotros. 
     V. Madre admirable.   R.  Ruega por nosotros. 
     V. Madre del Buen Consejo.   R.  Ruega por nosotros. 
     V. Madre del Creador.   R.  Ruega por nosotros. 
     V. Madre del Salvador.   R.  Ruega por nosotros. 
     V. Virgen prudentísima.   R.  Ruega por nosotros. 
     V. Virgen digna de veneración.   R.  Ruega por nosotros. 
     V. Virgen digna de alabanza.   R.  Ruega por nosotros. 
     V. Virgen poderosa.    R.  Ruega por nosotros. 
     V. Virgen clemente.   R.  Ruega por nosotros. 
     V. Virgen fiel.   R.  Ruega por nosotros.
     V. Espejo de justicia.   R.  Ruega por nosotros.  
     V. Trono de sabiduría.   R.  Ruega por nosotros. 
     V. Causa de nuestra alegría.   R.  Ruega por nosotros. 
     V. Vaso espiritual.   R.  Ruega por nosotros.  
     V. Vaso digno de honor.   R.  Ruega por nosotros.
     V. Vaso insigne de devoción.  R.  Ruega por nosotros.
     V. Rosa mística.   R.  Ruega por nosotros. 
     V. Torre de David.   R.  Ruega por nosotros. 
     V. Torre de marfil.    R.  Ruega por nosotros.
     V. Casa de Oro.   R.  Ruega por nosotros.
     V. Arca de la Alianza.   R.  Ruega por nosotros.
     V. Puerta del cielo.   R.  Ruega por nosotros.
     V. Estrella de la mañana.   R.  Ruega por nosotros.
     V. Salud de los enfermos.   R.  Ruega por nosotros.
     V. Refugio de los pecadores.   R.  Ruega por nosotros.
     V. Consuelo de los afligidos.   R.  Ruega por nosotros.
     V. Auxilio de los cristianos.   R.  Ruega por nosotros.
     V. Reina de los Ángeles.   R.  Ruega por nosotros.
     V. Reina de los Patriarcas.   R.  Ruega por nosotros.
     V. Reina de los Profetas.   R.  Ruega por nosotros.
     V. Reina de los Apóstoles.  R.  Ruega por nosotros.
     V. Reina de los Mártires.   R.  Ruega por nosotros.
     V. Reina de los Confesores.   R.  Ruega por nosotros.
     V. Reina de las Vírgenes.   R.  Ruega por nosotros.
     V. Reina de los Santos.   R.  Ruega por nosotros. 
     V. Reina concebida sin pecado original.   R. Ruega por nosotros.
     V. Reina elevada al cielo.   R.  Ruega por nosotros.
     V. Reina del Santísimo Rosario.   R.  Ruega por nosotros.
     V. Reina de la familia.   R.  Ruega por nosotros.
     V. Reina de la paz.   R.  Ruega por nosotros.


  V. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
          

R.  Perdónanos, Señor.


  V. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
          

R.  Escúchanos, Señor.


  V. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
          

R.  Ten misericordia de nosotros.

Oratio

Bajo tu protección nos acogemos Santa Madre de Dios, no desoigas nuestras súplicas en nuestras necesidades; antes bien, líbranos siempre de todos los peligros, Virgen gloriosa y bendita.
  
V.
  Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. 

       R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro
           Señor Jesucristo.

Oración

Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas para que lo que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz, seamos llevados a la gloria de la Resurrección. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.