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2 SAMUEL David llora la muerte de Saúl y Jonatán 1 Cr 10,1-12
Al volver de su victoria sobre los amalecitas, David se detuvo dos días en Sicelag. | 1 David se entera de la muerte de Saúl. Después de la muerte de Saúl, volvió David de derrotar a los amalecitas y se quedó dos días en Sicelag. |
2 Al tercer día se presentó un hombre del ejército de Saúl con la ropa hecha jirones y polvo en la cabeza; cuando llegó cayó en tierra, postrándose ante David. | 2 Al tercer día llegó del campamento uno de los hombres de Saúl, con los vestidos rotos y cubierta de polvo su cabeza; al llegar donde David cayó en tierra y se postró. |
3 David le preguntó: –¿De dónde vienes? Respondió: – Me he escapado del campamento israelita. | 3 David le dijo: «¿De dónde vienes?» Le respondió: «Vengo huyendo del campamento de Israel.» |
4 David dijo: –¿Qué ha ocurrido? Cuéntame. Él respondió: – La tropa huyó del campo de batalla, y muchos del pueblo cayeron en el combate; también murieron Saúl y su hijo Jonatán. | 4 Le preguntó David: «¿Qué ha pasado? Cuéntamelo.» Respondió: «Que el pueblo ha huido de la batalla; han caído y han muerto muchos del pueblo, y también han muerto Saúl y su hijo Jonatán.» |
5 David preguntó entonces al muchacho que le informaba: –¿Cómo sabes que han muerto Saúl y su hijo Jonatán? | 5 Dijo David al joven que le daba la noticia: «¿Cómo sabes que han muerto Saúl y su hijo Jonatán?» |
6 Respondió: – Yo estaba casualmente en el monte Gelboé, cuando encontré a Saúl apoyado en su lanza, con los carros y los jinetes persiguiéndolo de cerca; | 6 Respondió el joven que daba la noticia: «Yo estaba casualmente en el monte Gelboé; Saúl se apoyaba en su lanza, mientras los carros y los jinetes lo acosaban. |
7 se volvió, y al verme me llamó, y yo dije: ¡A la orden! | 7 Se volvió y, al verme, me llamó y contesté: “Aquí estoy.” |
8 Me preguntó: ¿Quién eres? Respondí: Soy un amalecita. | 8 Me dijo: “¿Quién eres tú?” Le respondí: “Soy un amalecita.” |
9 Entonces me dijo: Échate encima y remátame, que estoy en agonía y no acabo de morir. | 9 Me dijo: “Acércate a mí y mátame, porque me ha acometido un vértigo aunque tengo aún toda la vida en mí.” |
10 Me acerqué a él y lo rematé, porque vi que, una vez caído, no viviría. Luego le quité la diadema de la cabeza y el brazalete del brazo y se los traigo aquí a mi señor. | 10 Me acerqué a él y lo maté, pues sabía que no podría vivir después de su caída; luego tomé la diadema que tenía en su cabeza y el brazalete que tenía en el brazo y se los he traído aquí a mi señor.» |
11 Entonces David agarró sus vestiduras y las rasgó, y sus acompañantes hicieron lo mismo. | 11 Tomando David sus vestidos los desgarró, y lo mismo hicieron los hombres que estaban con él. |
12 Hicieron duelo, lloraron y ayunaron hasta el atardecer por Saúl y por su hijo Jonatán, por el pueblo del Señor, por la casa de Israel, porque habían muerto a espada. | 12 Se lamentaron y lloraron y ayunaron hasta la noche por Saúl y por su hijo Jonatán, por el pueblo de Yahvé, y por la casa de Israel, pues habían caído a espada. |
13 David preguntó al que le había dado la noticia: –¿De dónde eres? Respondió: – Soy hijo de un emigrante amalecita. | 13 David preguntó al joven que le había llevado la noticia: «¿De dónde eres?» Respondió: «Soy hijo de un forastero amalecita.» |
14 Entonces David le dijo: –¿Y cómo te atreviste a alzar la mano para matar al ungido del Señor? | 14 Le dijo David: «¿Cómo no has temido alzar tu mano para matar al ungido de Yahvé?» |
15 Llamó a uno de los oficiales y le ordenó: –¡Acércate y mátalo! El oficial lo hirió y lo mató. | 15 Y llamó David a uno de los jóvenes y le dijo: «Acércate y mátalo.» Él lo hirió y murió. |
16 Y David sentenció: –¡Eres responsable de tu muerte! Porque tu propia boca te acusó cuando dijiste: Yo he matado al ungido del Señor. | 16 David le dijo: «Tu sangre sobre tu cabeza, pues tu misma boca te acusó cuando dijiste: “Yo maté al ungido de Yahvé.”» |
17 David entonó este lamento por Saúl y su hijo Jonatán, | 17 Elegía de David por Saúl y Jonatán. David entonó esta elegía por Saúl y por su hijo Jonatán. |
18 para que lo aprendieran los de Judá – así consta en el libro de Yasar– : | 18 Está escrita en el Libro del Justo, para que aprendan el arco los hijos de Judá. Dijo: |
19 ¡Ay la flor de Israel, herida en tus alturas! ¡Cómo cayeron los valientes! | 19 La gloria, Israel, ha sucumbido en tus montañas. ¡Cómo han caído los héroes! |
20 No lo anuncien en Gat, no lo pregonen en las calles de Ascalón; que no se alegren las muchachas filisteas, no lo celebren las hijas de incircuncisos. | 20 No lo anunciéis en Gat, no lo divulguéis por las calles de Ascalón, que no se regocijen las hijas de los filisteos, no salten de gozo las hijas de los incircuncisos. |
21 ¡Montes de Gelboé, altas mesetas, ni rocío ni lluvia caiga sobre ustedes! Que allí quedó manchado el escudo de los valientes, escudo de Saúl no ungido con aceite, | 21 Montañas de Gelboé: Ni lluvia ni rocío sobre vosotras, ni seáis campos de primicias, porque allí fue mancillado el escudo de los héroes. El escudo de Saúl, no ungido de aceite, |
22 sino con sangre de heridos y grasa de valientes. ¡Arco de Jonatán, que no volvía atrás! ¡Espada de Saúl, que nunca fallaba! | 22 ¡mas de sangre de muertos, de grasa de héroes! El arco de Jonatán jamás retrocedía, nunca fracasaba la espada de Saúl. |
23 Saúl y Jonatán, mis amigos queridos: ni vida ni muerte los pudo separar: más ágiles que águilas, más bravos que leones. | 23 Saúl y Jonatán, amados y amables, ni en vida ni en muerte separados, más veloces que águilas, más fuertes que leones. |
24 Muchachas de Israel, lloren por Saúl, que las vestía de púrpura y de joyas, que enjoyaba con oro sus vestidos. | 24 Hijas de Israel, por Saúl llorad, que con púrpura os vestía y adornaba, que prendía joyas de oro de vuestros vestidos. |
25 ¡Cómo cayeron los valientes en medio del combate! ¡Jonatán, herido en tus alturas! | 25 ¡Cómo cayeron los héroes en medio del combate! ¡Jonatán! Herido de muerte en las alturas. |
26 ¡Cómo sufro por ti, Jonatán, hermano mío! ¡Ay, cómo te quería! Tu amor era para mí más maravilloso que amoríos de mujeres. | 26 Lleno estoy de angustia por ti, Jonatán, hermano mío, en extremo querido. Tu amor fue para mí más delicioso que el amor de las mujeres. |
27 ¡Cómo cayeron los valientes, los rayos de la guerra perecieron! | 27 ¡Cómo cayeron los héroes, cómo perecieron las armas de combate! |