I Reyes 19 Septuaginta en Español (Jünemann, 1992) | 21 versitos |
1
Elías en Horeb. Unge a Eliseo.
Y anunció Acab a Jezabel, su mujer, todo lo que hizo Elías y cómo mató a todos los profetas en espada.
2 Y envió Jezabel un mensajero a Elías y dijo: «Si tú eres Elías, también yo soy Jezabel. Esto hágame Dios y esto añádame, que a esta hora, mañana, he de poner tu alma así como el alma de uno de entre ellos.»
3 Y temió Elías y levantóse y fue tras su alma; y va a Bersabé, tierra de Judá, y dejó a su siervo allí.
4 Y él fue por el desierto camino de un día y vino y sentóse bajo un enebro y rogó que su alma muriera y dijo: «Baste ya; toma ahora mi alma, de mí, Señor, pues no soy mejor yo sobre mis padres.»
5 Y durmióse y durmió allí bajo una planta; y he aquí alguien (a) le tocó, y díjole: «Levántate y come.»
6 Y miró Elías y he aquí a su cabeza, una torta escandeña y una jarra de agua; y levantóse y comió y bebió, y volvióse a dormir.
7 Y volvió el ángel del Señor segunda vez, y tocóle y díjole: «Levántate y come, que es mucha, para ti, la vía.»
8 Y levantóse y comió y bebió, y caminó en fuerza de aquel alimento cuarenta días y cuarenta noches, hasta el monte de Dios Horeb.
9 Y entró allí en la caverna, y hospedóse allí, y he aquí palabra del Señor a él y dijo: «¿Qué, tú aquí Elías?»
10 Y dijo Elías: «Celando he celado por el Señor omnipotente, porque te han dejado los hijos de Israel: tus alturas han demolido y tus profetas han matado en espada; y he quedado yo solísimo; y buscan mi alma para quitarla.»
11 Y dijo: «Saldrás mañana, y te pondrás a la faz del Señor en el monte; he aquí que pasará el Señor, y he aquí que una ráfaga grande y poderosa, deshaciendo montes y quebrantando peñas a faz del Señor; pero en la ráfaga no estaba el Señor; y, después de la ráfaga un temblor; y en el temblor no estaba el Señor;
12 y, después del temblor, fuego; pero en el fuego no estaba el Señor; y, después del fuego, voz de aura suave.»
13 Y aconteció, que cuando la oyó Elías, cubrió su semblante en su pellón, y salió y púsose bajo la caverna, y he aquí, a él, una voz y dijo: «¿Qué tú, aquí, Elías?»
14 Y dijo Elías: «Celando he celado por el Señor omnipotente, porque te han dejado los hijos de Israel, y tus altares han demolido y a tus profetas han matado en espada, y he quedado yo solísimo, y buscan mi alma para quitarla.»
15 Y díjole el Señor: «Ve, toma a tu camino y tomarás y ungirás a Hazael por rey de Suria;
16 y a Jehú, hijo de Namsí ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo, hijo de Safat, de Abelmulá, ungirás por profeta, en lugar tuyo.
17 Y será al salvo de la espada de Hazael que matará Jehú; y al salvo de la espada de Jehú que matará Eliseo.
18 Y dejarás (b) en Israel siete millares de varones: todas las rodillas que no hincaron rodillas a Baal, y toda boca que no le adoró.» (c) .
19 Y fuese de allí; y encuentra a Eliseo, hijo de Safat, y él araba en vacas: doce yuntas delante de él, y él en las doce; y fuese a él y arrojó su pellón sobre él.
20 Y dejó Eliseo las vacas y corrió en pos de Elías, y dijo: «Acabaré de besar a mi padre y seguiré en pos de ti.» Y dijo Elías: «Ve, vuelve, que he hecho para ti.» (d) .
21 Y volvió de en pos de él y tomó yuntas de vacas; y sacrificó y cociólas en los aparejos de las vacas, y dio al pueblo, y comieron; y levantóse y fue en pos de Elías y le sirvió.


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Introducción a I Reyes

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Fuente: Jünemann (1992)

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Notas

I Reyes 19,5
5 a. H.: «Un ángel.»



I Reyes 19,18
18 b. H.: «Dejaré.»
c. = Besó.



I Reyes 19,20
20 d. He trabajado para ti: tuyo es ya lo hecho por mí: tú estás en lugar mío.