1 Atalía, reina de Judá (2 Cr 22.10—23.21) Cuando Atalía, la madre de Ocozías, se enteró de que su hijo había muerto, ordenó matar a toda la familia del rey. |
2 Pero Joseba hija del rey Joram y hermana de Ocozías, tomó a Joás, que era uno de los hijos de Ocozías, y lo escondió con su niñera en el dormitorio. Así escapó Joás de la muerte, |
3 y estuvo escondido con su niñera en el templo de Dios durante seis años. Mientras tanto, Atalía reinaba en el país. |
4 Al séptimo año, el sacerdote Joiadá mandó llamar a los capitanes de la guardia personal del rey y a los jefes de la guardia del palacio, y los hizo entrar en el templo para hablar con ellos. Allí Joiadá les pidió jurar que guardarían en secreto lo que les iba a revelar. Luego les mostró al hijo del rey, |
5 y les ordenó: «Esto es lo que quiero que hagan. Una tercera parte de ustedes estará de guardia en el palacio el sábado. |
6 La otra cuidará la entrada de los cimientos y la última cuidará la entrada trasera del cuartel de la guardia. De esta manera tendrán vigilado el palacio. |
7 Los dos grupos que no estén de guardia el sábado, vigilarán el templo de Dios. |
8 Deberán rodear al rey y protegerlo de cualquiera que se le acerque. Si alguien lo hiciera, deberán matarlo; por eso quiero que cada uno tenga sus armas en la mano. Ustedes acompañarán al rey a dondequiera que él vaya». |
9 Los capitanes hicieron todo lo que se les ordenó. Cada capitán llevó delante del sacerdote Joiadá a sus hombres, tanto a los que iban a estar de guardia el sábado como a los que no lo estarían. |
10 El sacerdote les dio a los capitanes las lanzas y los escudos que estaban en el templo, y que habían sido del rey David. |
11 Los guardias, con sus armas en la mano, rodearon el altar y el templo desde la parte sur hasta la parte norte, y así protegieron al rey. |
12 Entonces Joiadá sacó a Joás, le puso la corona y le dio un documento con instrucciones para gobernar. Después le derramó aceite en la cabeza y así lo nombró rey. Todos aplaudieron y gritaron: «¡Viva el rey!» |
13 Cuando Atalía escuchó el alboroto que hacían los guardias y la gente, fue al templo. |
14 Allí vio a Joás de pie, al lado de la columna del templo, como era la costumbre al nombrarse un rey. Junto a él estaban los capitanes y los músicos; la gente, llena de alegría, tocaba las trompetas. Entonces Atalía rompió su ropa y gritó: «¡Traición! ¡Traición!» |
15 El sacerdote Joiadá les ordenó a los capitanes del ejército: «¡No la maten en el templo, mátenla afuera, y también a cualquiera que la defienda!» |
16 Así que la tomaron presa, la sacaron por la puerta del establo, la llevaron al palacio y allí la mataron. |
17 Después Joiadá les pidió al rey y al pueblo apoyarse mutuamente. También les pidió que se mantuvieran fieles a Dios. |
18 Después todos fueron al templo de Baal y lo derribaron, y destruyeron los altares y los ídolos. En cuanto al sacerdote de Baal, que se llamaba Matán, le cortaron la cabeza frente a los altares. Joiadá dejó una guardia vigilando el templo de Dios, |
19 y luego reunió al resto de los soldados y a toda la gente. Entre todos ellos llevaron al rey desde el templo hasta el palacio, entrando por el portón de la guardia. El rey Joás se sentó en el trono, |
20 y todo el pueblo hizo fiesta. Después de la muerte de Atalía, la ciudad vivió tranquila. |
21 Joás, rey de Judá (2 Cr 24.1-27) (12.1) Joás comenzó a reinar en Judá a los siete años de edad, |