II Reyes  12 La Biblia de Nuestro Pueblo (2006) | 21 versitos | II Reyes  12 Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998) | 21 versitos
1 Comenzó a reinar en el séptimo año de Jehú y reinó en Jerusalén cuarenta años. Su madre se llamaba Sibyá, natural de Berseba.1
Reinado de Joás en Judá (835-796).
Joás tenía siete años al subir al trono.
2 Joás hizo siempre lo que el Señor aprueba, siguiendo las enseñanzas del sacerdote Yehoyadá.2 Comenzó a reinar el año séptimo de Jehú y reinó cuarenta años en Jerusalén. El nombre de su madre era Sibía, de Berseba.
3 Pero no desaparecieron los santuarios paganos; la gente seguía ofreciendo allí sacrificios y quemando incienso.3 A lo largo de su vida, Joás hizo lo recto a los ojos de Yahvé, como el sacerdote Joadá le había instruido.
4 Joás dijo a los sacerdotes:
– Todo el dinero de las colectas del templo, el dinero del empadronamiento, el de los impuestos según la tarifa personal y el de las ofrendas voluntarias
4 Sin embargo, los lugares de culto no fueron retirados, y el pueblo seguía ofreciendo sacrificios y quemando incienso en los altozanos.
5 que lo recojan los sacerdotes a través de sus ayudantes, para reparar los desperfectos del templo.5 Joás dijo a los sacerdotes: «Todo el dinero, en moneda corriente, aportado al templo de Yahvé por las ofrendas sagradas (el dinero que alguien pueda pagar como dinero equivalente de personas, todo el dinero que cada uno piense ofrecer al templo de Yahvé),
6 Pero el año veintitrés del reinado de Joás los sacerdotes todavía no habían reparado los desperfectos del templo.6 los sacerdotes lo tomarán, cada uno de su benefactor. Proveerán con él a las reparaciones del templo, de todo desperfecto que se pueda encontrar.»
7 Entonces Joás convocó al sacerdote Yehoyadá y a los otros sacerdotes, y les dijo:
–¿Por qué no han reparado todavía los desperfectos del templo? En adelante, no se queden con el dinero que reciben de la gente que conocen; tienen que entregarlo para reparar el templo.
7 Sin embargo, en el año veintitrés del rey Joás, los sacerdotes no habían procedido todavía a la reparación del templo.
8 Los sacerdotes aceptaron no recibir dinero de la gente ni encargarse de reparar los desperfectos del templo.8 El rey Joás llamó entonces al sacerdote Joadá y a los sacerdotes y les dijo: «¿Por qué no habéis procedido a la reparación del templo? A partir de ahora, no recojáis ya el dinero de vuestros benefactores, sino entregadlo para la reparación del templo.»
9 El sacerdote Yehoyadá tomó un cofre, hizo una ranura en la tapa y lo puso junto al altar, a mano derecha según se entra en el templo. Los sacerdotes porteros echaban allí todo el dinero que se traía al templo.9 Los sacerdotes consintieron en no recoger dinero del pueblo y en no hacer reparaciones en el templo.
10 Cuando veían que había mucho dinero en el cofre, subía el secretario real con el sumo sacerdote, lo vaciaban y contaban el dinero que había en el templo.10 El sacerdote Joadá tomó un cofre e hizo una ranura en la tapa. Lo colocó junto al altar, al lado derecho según se entra en el templo de Yahvé. Los sacerdotes que custodiaban el umbral depositaban en él todo el dinero ofrecido al templo de Yahvé.
11 Luego entregaban el dinero ya contado a los maestros de obras encargados del templo, para pagar a los carpinteros y albañiles que trabajaban allí,11 Cuando veían que había mucho dinero en el cofre, el secretario real y el sumo sacerdote subían, lo depositaban en bolsas y contaban el dinero acumulado en el templo de Yahvé.
12 y a los tapiadores y canteros, para comprar madera y piedra de cantería, para reparar los desperfectos del templo y para todos los gastos de la conservación del edificio.12 Entregaban el dinero, una vez pesado, en manos de los capataces que estaban al cargo del templo de Yahvé; éstos lo destinaban al pago de los carpinteros y constructores que trabajaban en el templo de Yahvé,
13 Con el dinero que se traía al templo no se hacían palanganas de plata, cuchillos, aspersorios, trompetas, ni ningún utensilio de oro o de plata para el templo,13 de los albañiles y canteros, y a la compra de madera y de piedra de cantería para las reparaciones en el templo de Yahvé y para todo otro gasto preciso para restaurar el edificio.
14 entregaban el dinero a los maestros de obras y con él reparaban el edificio.14 Sin embargo, con el dinero ofrecido al templo de Yahvé no se hacían fuentes de plata, cuchillos, acetres, trompetas, ni objetos de oro o plata;
15 Y no se pedían cuentas a aquellos a quienes se entregaba el dinero, porque procedían con honradez.15 éstos eran entregados a los capataces para la reparación del templo de Yahvé.
16 El dinero de los sacrificios penitenciales y el de los sacrificios por el pecado no iba a parar al templo, sino que era para los sacerdotes.16 No se pedían cuentas a los hombres a cuyas manos se confiaba el dinero para el pago de los trabajadores, pues actuaban con honestidad.
17 Por entonces Jazael, rey de Siria, atacó a Gat y la conquistó. Luego se volvió para atacar a Jerusalén.17 El dinero de las ofrendas de expiación y el dinero de las ofrendas por el pecado no era depositado en el templo de Yahvé, sino que era para los sacerdotes.
18 Pero Joás de Judá recogió todas las ofrendas votivas de los reyes de Judá predecesores suyos, Josafat, Jorán y Ocozías, sus propias ofrendas, más todo el oro que había en el tesoro del templo y del palacio real, y se lo envió a Jazael de Siria, que se alejó de Jerusalén.18 Por entonces Jazael, rey de Aram, hizo una campaña de ataque contra Gat y la capturó; luego se dirigió en campaña contra Jerusalén.
19 Para más datos sobre Joás y sus empresas, véanse los Anales del Reino de Judá.19 Entonces Joás, rey de Judá, tomó todos los objetos sagrados que sus padres Josafat, Jorán y Ocozías, reyes de Judá, habían consagrado, todos los que él mismo había consagrado y todo el oro que se encontraba en los tesoros del templo de Yahvé y en el palacio real, y los envió a Jazael, rey de Aram, que suspendió el ataque a Jerusalén.
20 Sus cortesanos tramaron una conspiración y lo mataron cuando bajaba por el terraplén.20 El resto de los hechos de Joás, todo cuanto hizo, ¿no está escrito en el Libro de los Anales de los reyes de Judá?
21 Lo asesinaron sus cortesanos Yozabad, hijo de Simat, y Yehozabad, hijo de Somer. Lo enterraron con sus antepasados en la Ciudad de David, y su hijo Amasías le sucedió en el trono.21 Sus cortesanos promovieron un alzamiento y una conspiración y asesinaron a Joás en Bet Miló, en la bajada a Silá.
22 22 Los cortesanos que lo asesinaron fueron Yosacar, hijo de Simat, y Jozabad, hijo de Somer. Murió y lo enterraron con sus antepasados en la ciudad de David. Amasías, su hijo, reinó en su lugar.

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Introducción a II Reyes 

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Fuente: La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

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Notas

II Reyes  12,1-22Joás de Judá. Joás comienza su reinado siendo aún niño, por lo cual se presume que su protector y formador Yehoyadá sería también el regente hasta su mayoría de edad. El deuteronomista deja constancia de su valoración positiva del rey -«hizo siempre lo que el Señor aprueba» (3) -, pero también de que bajo su reinado no desapareció del todo el habitual culto en los lugares altos, donde se ofrecían sacrificios y se quemaba incienso (4). Israel debió haber abolido esta práctica a su llegada a la tierra de Canaán (cfr. Núm_33:52; Deu_12:2), así que su continuación mereció siempre la crítica y la condena de los profetas. A pesar del largo reinado de Joás, lo único que cuenta el narrador es su interés por la remodelación del Templo. Pese al decreto real que ordena destinar todos los ingresos a este fin, las obras no logran iniciarse, por lo que el rey tiene que intervenir de nuevo. Sobre el destino final que tienen los fondos para comprar la protección y la paz de Jerusalén al amenazante rey sirio, no hay ningún reparo aparente; sin embargo, uno se queda con la incertidumbre de si su muerte violenta no se debió precisamente a ello.