“
Fueron ellos donde el sumo sacerdote Jilquías y le entregaron el dinero traído al templo de Dios, que los levitas y porteros habían recibido de Manasés, de Efraín y del resto de Israel; de todo Judá, Benjamín y de los habitantes de Jerusalén*. ”
34:9 Todos los israelitas han participado, pues, con su dinero en esta restauración del Templo. El Cronista no deja de insistir en la unidad del pueblo de Yahvé, ver Eze_37:15 s.