Esdras  3 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 13 versitos |
1 ° Cuando llegó el mes séptimo, estando ya los hijos de Israel instalados en sus ciudades, el pueblo se reunió como un solo hombre en Jerusalén.
2 Entonces Josué, hijo de Josadac, con sus colegas sacerdotes, y Zorobabel, hijo de Sealtiel, con sus parientes, reconstruyeron el altar del Dios de Israel para ofrecer sobre él los holocaustos, como está escrito en la ley de Moisés, el hombre de Dios.
3 Levantaron el altar sobre su emplazamiento, a pesar del miedo que tenían al pueblo de la tierra, y ofrecieron sobre él holocaustos al Señor: los holocaustos de la mañana y de la tarde.
4 También celebraron la fiesta de las Tiendas, según está prescrito, ofreciendo cada día el número de holocaustos según está establecido.
5 Después ofrecieron los holocaustos perpetuos, los de los novilunios y los de todas las fiestas consagradas al Señor, así como los que eran ofrecidos voluntariamente al Señor.
6 Desde el día primero del mes séptimo comenzaron a ofrecer holocaustos al Señor, aunque todavía no se habían puesto los cimientos del templo del Señor.
7 Entregaron dinero a los canteros y a los carpinteros; y comida, bebida y aceite a los sidonios y a los tirios para que enviasen madera de cedro del Líbano por mar a Jafa, según la autorización que les había dado Ciro, rey de Persia.
8 El año segundo de su llegada al templo de Dios en Jerusalén, en el mes segundo, Zorobabel, hijo de Sealtiel, Josué, hijo de Josadac, y el resto de sus colegas, sacerdotes y levitas, así como todos los que habían vuelto del destierro a Jerusalén, comenzaron la obra y encomendaron a los levitas de más de veinte años la dirección de los trabajos del templo del Señor.
9 Josué con sus hijos y hermanos, Cadmiel y sus hijos, junto con los hijos de Hodavías, se presentaron como un solo hombre para dirigir a los que trabajaban en el templo de Dios. Y también los hijos de Jenadad con sus hijos y sus colegas levitas.
10 Cuando los albañiles pusieron los cimientos del templo del Señor, se presentaron los sacerdotes, revestidos, llevando las trompetas, y los levitas, hijos de Asaf, llevando címbalos para alabar al Señor, según las normas de David, rey de Israel.
11 Cantaron alabando y dando gracias al Señor: «Porque es bueno, porque es eterna su misericordia sobre Israel». Y todo el pueblo aclamaba con gritos de júbilo alabando al Señor, porque se habían puesto los cimientos del templo del Señor.
12 Muchos de los sacerdotes, levitas y cabezas de familia más ancianos, que habían visto el primer templo y ahora veían con sus propios ojos que se ponían los cimientos de este otro templo, lloraban a gritos, mientras que otros muchos daban gritos de alegría y júbilo.
13 Nadie podía distinguir entre los gritos de júbilo y los gritos del llanto de la gente, porque el pueblo clamaba a gritos y el estrépito se oía desde muy lejos.

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Introducción a Esdras 

ESDRAS

Los actuales libros de Esdras y Nehemías, que narran el regreso de los israelitas del exilio de Babilonia en torno al año 538 a.C., tras la proclamación del edicto de Ciro, fueron una misma obra literaria que, en algún momento, alguien dividió en dos. Es posible que ambos fueran, a su vez, la segunda parte de otra obra más extensa encabezada por 1-2 Crónicas.

En todo caso, son el único referente literario completo que tenemos de la restauración y reconstrucción de Jerusalén después del exilio de Babilonia. Sus descripciones ponen de manifiesto una nueva etapa en la historia israelita. La experiencia del exilio hizo que la restauración se convirtiera en un momento muy importante, que dio lugar al nacimiento de una nueva idea de pueblo. El autor recurre al pasado para comprender el presente y diseñar el futuro. Desde esta concepción, el pasado justifica el presente e ilumina el futuro. Una vez más, la fidelidad a los preceptos y mandatos de la tradición (reflejados en la legislación mosaica) son la garantía del buen hacer y de la presencia de Dios en la vida del pueblo. El alejamiento o incumplimiento de las leyes divinas será el origen de desgracias futuras que hay que evitar.

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

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Notas

Esdras  3,1-13*1-6 La primera parte del libro es continuación de 2 Crón; describe los preparativos para la reconstrucción del templo de Jerusalén, que será llamado «segundo templo» y que siglos después reformará Herodes. Los acontecimientos se sitúan durante los reinados de Ciro (538-528 a.C.), Cambises (528-522 a.C.) y Darío I (522-486 a.C.), reyes de Persia.


Esdras  3,1-13*3 Las obras de reconstrucción del templo comienzan por el altar (Esd 3:1-6), pues, una vez restaurado este, se pueden reanudar las celebraciones litúrgicas; después se pondrán los cimientos para la reconstrucción del edificio entero (Esd 3:7-13). Zorobabel es el personaje autorizado al que se atribuye el proceso de reconstrucción del templo (Zac 4:9; Hag 2:1-4). Los profetas sitúan el inicio de las obras en el año 520 a.C., durante el segundo año del reinado de Darío I; es decir, dieciocho años después del regreso de Babilonia. Nos encontramos ante dos tradiciones distintas y frente a la constatación de que las obras de reconstrucción tuvieron varias etapas y estuvieron paradas un largo período de tiempo.