Job  1 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 22 versitos |
1 Había en la tierra de Hus un hombre llamado Job. Era justo, honrado y temeroso de Dios y vivía apartado del mal.
2 Tenía siete hijos y tres hijas.
3 Poseía siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas burras y una servidumbre numerosa. Era el más rico de los hombres de Oriente.
4 Sus hijos solían celebrar banquetes, cada uno en su día, e invitaban a sus tres hermanas a comer con ellos.
5 Terminados esos días de fiesta, Job los hacía venir para purificarlos; madrugaba y ofrecía un holocausto por cada uno, por si habían pecado maldiciendo a Dios en su interior. Job hacía lo mismo en cada ocasión.
6 Un día los hijos de Dios se presentaron ante el Señor; entre ellos apareció también Satán.
7 El Señor preguntó a Satán: «¿De dónde vienes?». Satán respondió al Señor: «De dar vueltas por la tierra; de andar por ella».
8 El Señor añadió: «¿Te has fijado en mi siervo Job? En la tierra no hay otro como él: es un hombre justo y honrado, que teme a Dios y vive apartado del mal».
9 Satán contestó al Señor: «¿Y crees que Job teme a Dios de balde?
10 ¿No has levantado tú mismo una valla en torno a él, su hogar y todo lo suyo? Has bendecido sus trabajos, y sus rebaños se extienden por el país.
11 Extiende tu mano y daña sus bienes y ¡ya verás cómo te maldice en la cara!».
12 El Señor respondió a Satán: «Haz lo que quieras con sus cosas, pero a él ni lo toques». Satán abandonó la presencia del Señor.
13 Un día que sus hijos e hijas comían y bebían en casa del hermano mayor,
14 llegó un mensajero a casa de Job con esta noticia: «Estaban los bueyes arando y las burras pastando a su lado,
15 cuando cayeron sobre ellos unos sabeos, apuñalaron a los mozos y se llevaron el ganado. Solo yo pude escapar para contártelo».
16 No había acabado este de hablar, cuando llegó otro con esta noticia: «Ha caído un rayo del cielo que ha quemado y consumido a las ovejas y a los pastores. Solo yo pude escapar para contártelo».
17 No había acabado este de hablar, cuando llegó otro con esta noticia: «Una banda de caldeos, divididos en tres grupos, se ha echado sobre los camellos y se los ha llevado, después de apuñalar a los mozos. Solo yo pude escapar para contártelo».
18 No había acabado este de hablar, cuando llegó otro con esta noticia: «Estaban tus hijos y tus hijas comiendo y bebiendo en casa del hermano mayor,
19 cuando un huracán cruzó el desierto y embistió por los cuatro costados la casa, que se derrumbó sobre los jóvenes y los mató. Solo yo pude escapar para contártelo».
20 Entonces Job se levantó, se rasgó el manto, se rapó la cabeza, se echó por tierra
21 y dijo: «Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré a él. El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó; bendito sea el nombre del Señor».
22 A pesar de todo esto, Job no pecó ni protestó contra Dios.

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Introducción a Job 

JOB

Aunque este libro, probablemente, se terminó de escribir entre los siglos vi y iii a.C., contiene un tema y algunos rasgos teológicos cuyo origen es mucho más antiguo. Nos encontramos ante un poeta que sabe hacer un uso genial de todos los recursos estilísticos de la poesía hebrea. Job se ve de pronto desposeído de todo y brota su pregunta: ¿De qué sirve la honradez? ¿Es Dios injusto y caprichoso? Así queda planteado el problema que trata de resolver el autor: la inexistencia práctica de la retribución divina, la acusación de injusticia a Dios, una crítica a la teología convencional, representada por las intervenciones de los tres amigos. El Señor responde indirectamente a las quejas de Job. Si para Job este mundo es un caos, Dios le hace ver que se trata de un cosmos conducido por su sabiduría y su justicia, cualidades divinas que escapan a la comprensión humana. La experiencia vivida por Job desde la «intemperie» ha aumentado su sabiduría: antes conocía a Dios «de oídas», pero ahora lo «han visto sus ojos» (Job 42:5).

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

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Notas

Job  1,1-22*1-2 Prólogo en cinco actos, que se suceden alternativamente en la tierra y el cielo. Mientras los dos actos del cielo son casi idénticos, en los tres de la tierra la existencia de Job va cambiando, desde la prosperidad hasta la total desgracia. Satán, uno de los personajes importantes del relato, es una figura importada, probablemente de Irán, que no se había convertido aún en la figura apocalíptica del ángel caído, opositor de Dios como personificación del mal y de las fuerzas opuestas a la divinidad.