(SALMO 100)
Promesa del rey a Dios
(1a) Himno de David
(1-2) (1b-2) Dios mío,
tú eres justo y fiel;
por eso quiero cantarte himnos.
¿Cuándo vendrás a visitarme?
Quiero vivir una vida correcta
y demostrar en mi propio palacio
que no guardo malos pensamientos.
en la maldad que me rodea.
No quiero nada con los desobedientes.
¡Odio todo lo que hacen!
y no participaré en nada malo.
al que hable mal de su amigo;
no soportaré a mi lado
al que se crea más importante
y más inteligente que los demás.
con la gente obediente de este país;
sólo estará a mi servicio
quien lleve una vida correcta.
bajo mi techo!
¡Ningún hipócrita podrá estar
en mi presencia!
a todos los malhechores!
¡No pasará un solo día
sin que yo destruya
a todos los malvados del país!
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