1 (SALMO 34) Dios escucha la oración (1a) Himno de David (1b) Dios mío, ataca a los que me atacan, combate a los que me combaten. |
2 (2-3) Prepárate para la lucha y ven en mi ayuda. ¡Preséntales batalla a los que me persiguen! ¡Prométeme que me salvarás! |
4 Pon en completa vergüenza a los que quieren matarme, haz que huyan avergonzados los que buscan mi mal. |
5 ¡Que el viento los arrastre como si fueran paja! ¡Que tu ángel los persiga! |
6 ¡Que se tropiecen y resbalen en los caminos por donde andan! ¡Que tu ángel los persiga! |
7 No tenían ningún motivo para tenderme una trampa. |
8 ¡Pues que les venga el desastre antes de que se den cuenta! ¡Que caigan en la trampa que quisieron tenderme! |
9 Yo me quedaré muy contento con que tú me libres de ellos, |
10 y diré con todas mis fuerzas: «¡No hay otro Dios como tú! Tú, Dios nuestro, libras a los pobres e indefensos del poder de quienes los maltratan». |
11 Unos testigos malvados se levantan para acusarme, ¡pero yo no sé nada de lo que me preguntan! |
12 Lo que más me duele es que yo los traté bien y ahora ellos me tratan mal. |
13 Cuando se enfermaban, yo me afligía por ellos. Tan grande era mi tristeza que no comía ni me arreglaba. Más bien, le pedía a Dios que el enfermo fuera yo. |
14 Andaba yo muy triste y con la cabeza inclinada, como si hubiera muerto mi madre, mi hermano o mi amigo. |
15 (15-16) Pero cuando me vieron caído, esos testigos lo festejaron. Como si fueran unos extraños a los que yo no conociera, se pusieron en mi contra y hablaron mal de mí; ¡sus ojos reflejaban odio! |
17 Dios mío, ¿No piensas hacer nada? ¡Esos malvados me quieren destruir! ¡Sálvame la vida, que es lo único que tengo! |
18 Así te alabaré y te daré gracias delante de todo tu pueblo, tu pueblo fuerte y numeroso. |
19 No dejes que me hagan burla mis terribles enemigos; no dejes que se burlen de mí, pues no tienen por qué odiarme. |
20 No hablan de vivir en paz, sino que inventan mentiras contra la gente tranquila. |
21 Sin pensarlo dos veces, dicen: «Tú cometiste ese crimen; ¡nosotros mismos lo vimos!» |
22 Mi Señor y Dios, ¡tú me conoces mejor que ellos! ¡no te alejes de mí, ni te niegues a escucharme! |
23 ¡Despierta y defiéndeme! ¡Levántate y hazme justicia! |
24 Tú eres un Dios justo: defiéndeme como sabes hacerlo. ¡No dejes que se burlen de mí! |
25 No les permitas que digan: «¡Se cumplió nuestro deseo! ¡Hemos acabado con él!» |
26 Pon en completa vergüenza a todos los que festejan mi mal, cubre de vergüenza y deshonra a los que me creen poca cosa, |
27 pero haz que griten de alegría los que desean mi bien. Permíteles que siempre digan: «¡Dios es muy grande! ¡Busca el bien de quien le sirve!» |
28 Yo, por mi parte, siempre te alabaré y diré que eres un Dios de bondad. |