Salmos 36,1

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Del maestro de coro. Del siervo de Yahvé. De David.

[[2]] El pecado es un oráculo para el impío que le habla en el fondo de su corazón*; no tiene temor de Dios ni aun estando en su presencia.

Nueva Biblia de Jerusalén (Desclée, 1998)


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Rom_3:18

NOTAS

36 Las dos partes del salmo, Sal_36:2-5 [Sal_36:1-4] y Sal_36:6-13 [Sal_36:5-12], han podido existir por separado.

36:2 La voz del pecado, personificada aquí, sustituye a la palabra de Dios; «su corazón» versiones; «mi corazón» hebr. (se trata de una relectura «davídica» en función del título «De David»).
Salmos 36, 1

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